Vamos a andar

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Olea, poesía

Vamos a andar
entrelazemos las manos
una vez, sin mirar
con sonrisas envolviendo el deseo

vamos a andar
aunque se parezca a otrora historia
detengamos la esquina cual nieve sin sol
en el aire jugando a nunca caer

vamos a andar
y escuchemos sonar vientos menguados
de sorpresa al salir al encuentro
de dos, sólo dos, como uno…

pero andemos juntos
como si desearas lo mismo que el mar
cuando luna viste piél sólo para él
el mar, eterno mancebo queriendo alcanzar

vamos, caminemos sin mirar
sin decir no a la flama que viste la piel
sin proponer misterio alguno que placer
pero vamos, vamos a andar.

a Sandy R.
Chilpancingo, Gro. 2002.

Soles de un patio ,iii

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Olea, poesía

III

 

el patio de mi casa
es particular le llueve y se moja
ay ayay ajá

¿qué?, hay sones y sones
donde se nos permite olvidar
sin tapujos y a ratos
y sin tapujos… ay líder lo olvidé!

agora
el huerto en llamas no es solamente
el canto de una caravana descomunal
es también un permiso literario tan popular,
como el rasgar de camisas azules y dextras
en tiempos electorales

no tanto como la llorona
pero ya no importan velorios
ahora exportan verdes contriciones
ni que fuera un cuento chino pregonando
es la economía, esdrújulo!

ladra la caja, peor, el preciso
que es la misma ideota

disculpad mi lengua bipedina
venimos desenterrando n-gólgotas
y no aparecen los que nos faltan

(fragmento cap. iii)

Balada para una niña citadina

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poesía

a Nadia Dominique,
la mujer…
que soy

Se están volviendo margaritas los huesos de la niña
Que se consume como una lámpara olvidada

Una piel transparente la seduce
Para bordar en sus cabellos los pétalos de muerte

Y mis manos quietas no la tocan
Y mis ojos tristes no la miran
Y mi alma inerte no la siente

Se están volviendo secos los ojos de la madre
Que se consume como una lámpara olvidada

Una piel transparente se le escapa
Para bordar en sus cabellos el llanto de la muerte

No te vayas de mí niña de azúcar
A deshacerte entre la piel del llanto
No te vayas de mí pájara libre
Hacia el páramo frío de la ausencia

Entre tus venas danza mi silencio
Y hay un sonido mío en tus palabras

No te vayas de mí niña de azúcar
A plantar margaritas en tus huesos

No me dejes sin tus ojos
Ciega
No me dejes sin tu voz
Silente
No me dejes sin tu luz
A oscuras
No me dejes sin tu piel
Desnuda
No me dejes sin ti
Niña de azúcar.

Mirtha Luz Pérez Robledo
(Comitán, Chiapas)

Get lucky

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Olea, poesía

Ha venido desde lejos
y lo ha dado todo
sus raíces y una corona
su sangre y su palabra

lo llevo en mi rama
en su cobijo
que me recibe
en el puerto de arribo

este presente se sostiene
despierto con insomnio
una copa, sal
y una lágrima

espero tener suerte
de reconocerlo entre las olas
cuando regrese
como un Fénix

como un pescador de almas
navegando sin mástil
con el canto del centzuntl
y sus cuatrocientas sinfonías.

CSL, miércoles 01:45 a.m. 12Mar´14
para mi abuelo Lara Mejía